Saikano.

Chise y Shuji son estudiantes del tercer año y diario caminan juntos a la escuela. En una de esas, Chise se anima a pedirle a Shuji que sea su novio y él, más por lástima que por otra cosa, acepta, ya que ella es la típica torpe-buena-para-nada que sólo es sobresaliente en la clase de Historia. Todos sabemos que las parejas se guardan secretitos el uno al otro, pero el secreto de Chise no es algo como: “cuando nadie me ve me como las flores del jardín” o “de niña me gustaba enseñarle los calzones a los niños” nop, Chise guarda un secreto mayor; fue elegida por los militares japoneses para ser “El Arma Definitiva”, un arma bio-mecánica que es la única opción para vencer a …[Quien sabe]… país con el que están en guerra.Ustedes deben pensar que Chise podría mandar al diablo a los militares y vivir una vida normal, aunque tenga la habilidad de lanzar cohetes por el trasero, pero no, es precisamente el calor de la batalla el que mantiene con vida a Chise, en pocas palabras, si deja de pelear muere y punto, salvo que se tome unas píldoras que la mantienen vida sin necesidad de pelear, las cuales, por supuesto, le son proporcionadas por los militares, quienes a su vez, obviamente, no se las aflojan si no pelea. Saikano es una serie con una historia terriblemente triste y vaya, no es para menos, lo único que la guerra acarrea es destrucción, muerte y ésta atrae algo aún más perturbador; la soledad. Estos son los temas que giran alrededor de Saikano y creánme, van a quedar afligidos cuando la terminen de ver y espérense, porque el final es uno de los más impactantes que he visto. El diseño de arte es bueno, en lo particular creo que hay mejores cosas, pero para la temática no quedan los dibujos “ojones” del que tanto se quejan los “otakus de arte”, así que ellos estarán gustosos de ver Saikano.