lunes, 19 de octubre de 2009

La Saga de Excalibur.


Capítulo I - Encontrándose otra vez.
Esto pasó el año en que Atena nació. El verano en Grecia ha tenido poca lluvia. Si en un mes llovió por tres días, fue mucho. Lejos, en las montañas de Atenas, es donde el Santuario está construido, es muy seco allá también; el viento barre el lodo, creando grandes polvaredas. En la ciudad, llegan varios turistas; es muy concurrida. Desde la era del mito ha sido de esta forma, la ciudad ha atraído a mucha gente que busca ver este sitio misterioso.
En varios años, un reportero intenta espiar en este místico lugar llamado Santuario, sin embargo regresa a casa sin recompensas. La verdad es que el Patriarca, que evita que la gente invada al Santuario, ha creado varios niveles de campos de fuerza alrededor del Santuario. Algunos turistas que estén cerca del campo de fuerza no podrán continuar. Si lo hacen, serán rebotados.
Cuando olviden el incidente, se les traerá de regreso. Claro que todo esto es posible gracias al poderoso Cosmo del Patriarca, quien puede poner esos campos de fuerza, que bloquean todo el Santuario. Este lugar misterioso genera un arcoíris que la gente normal llama "Arcoíris de Dios".
Desde la era del mito, incluso aunque las personas sienten que el Santuario es un lugar misterioso, aún tienen buenos presentimientos sobre él.
Un joven, como el viento, ha entrado al Santuario fácilmente. Bajo el brillante sol, el viento mueve el cabello del joven como si el cabello tuviera vida propia. Sus ojos no parecen reflejar su edad real. Por sus ropajes, él no puede ser otra cosa que no sea un Caballero. "Mi viejo hogar, el Santuario... no ha cambiado en nada".
El joven ve en el centro del Santuario el Reloj de Fuego. El Reloj de Fuego esta de frente a las 12 casas que se supone son protegidas por los Caballeros Dorados. Es sabido que las Doce Casas también tiene relación con las constelaciones de cada uno de los Caballeros Dorados. "La décima Casa es Capricornio", dice el joven recordando. El joven entonces fija su mirada en el Templo del Patriarca y la Estatua de Atena (¿Ya habrá nacido Atena...?).
Pensando en este importante tema, él mira al frente. Cuando aún estaba en entrenamiento, aquí fue donde dio su sudor y sangre, este es el Sitio de Entrenamiento y al lado de éste, el Sitio de Combate {El lugar donde Seiya y Cassios pelearon}. El joven camina al Sitio de Combate. Hace dos años, aquí fue donde obtuvo el grado de Caballero y su Armadura como prueba al vencer al último entrenado. Él recuerda todo esto perfectamente.
Este joven fue el ganador. Cuando recuerda cómo ganó, se siente muy emocionado (Esa vez tuve mucha suerte... pero si fuera ahora, ganaría por mi fuerza). Su confianza no es falsa. En estos dos años, este joven ha entrenado duro en las montañas de España. Ha empezado a creer en él mismo.
El joven inhala profundamente y contiene el aliento. Se concentra y cierra sus ojos. Deja salir el aliento. De todo su cuerpo emerge su Cosmo, un Cosmo que sale tan rápido como capas de hielo derritiéndose, como caballos saliendo de la cerca en una carrera. Todo el Cosmo ha salido en un gran impulso.
El joven abre sus ojos lentamente. Decide que su objetivo será la cima de la montaña atrás de la Estatua de Atena. Debe estar al menos a 3,000 metros... "¡Oah...!". En un instante, dirige su brazo derecho a la cima de la montaña. El poder del golpe corta a través del aire. Crea un sonido, volando a la velocidad de la luz. El poder no se detiene. Finalmente golpea la Casa del Patriarca en la cima de la Montaña Estrella. Se pude ver humo saliendo.
El joven, al ver esto, tiene un mal presentimiento. De pronto, detrás de él hay un poderoso Cosmo. (Uhmm, ese Cosmo es...). Él gira con una sonrisa en su cara. Es el Caballero Aioros de Sagitario, sonriéndole con afecto y cariño.
-"¡Aioros!".
-"¡Shura!. ¿Cuándo regresaste?". El joven llamado Shura no contesta y abraza a Aioros. Aioros regresa el abrazo y dice, "Shura, has incrementado el nivel de tu Cosmo, ¿no?".
-"No lo puedo comparar con el de Aioros".
-"No, puede ser igual que el mío "
-"Oh... igual que el de Aioros...", Shura finalmente muestra su edad, sonriendo.
-"En las Doce Casas, la décima Casa, protegiendo la Casa de Capricornio, el Caballero Dorado Shura de Capricornio finalmente ha regresado a casa. ¡Felicidades Shura!" Aioros extiende su mano.
-"Gracias, Aioros", Shura sostiene la mano de Aioros con agradecimiento. Aioros siente que la mano de Shura se siente diferente. Por el entrenamiento pesado de Shura, su mano es como el acero (¿Qué?... ¡esta mano!. Nunca imaginé que pudiera entrenar a este nivel... Impresionante, Shura...).
-"Aioros, ¿qué?". esto despierta a Aioros de sus pensamientos.
-"Shura, ¡¡la Casa de Capricornio es perfecta ahora!!".
-"¡¡Aioros!!". Aioros mira a Shura como su propio hermano y asiente. "Escuchar a Aioros decir eso me hace muy feliz. Siempre vi a Aioros como mi meta. Sin importar el dolor, lo soporté...".
-"Shura, ahora he olvidado que eres cuatro años menor que yo. Ven, vamos a visitar al Patriarca. Esta noche tendremos una larga conversación". Shura sonríe. Ahora Shura está en verdad feliz, porque ha obtenido el reconocimiento del Caballero Dorado Aioros de Sagitario.

Capítulo II - Transformación Anormal.
El Patriarca del Santuario es el líder de todos los Caballeros. En cada generación, el Patriarca escogerá a su sucesor de entre los doce Caballeros Dorados. Un Caballero que es benevolente, inteligente y valiente. Antes de que empiece la Guerra Sagrada, esta ceremonia de sucesión es realizada.
La llamada Guerra Sagrada es aquella en la que el Dios del Mar, rey de Atlantis, Poseidón intenta apoderarse de la Tierra y enfrenta la "Voluntad de los Dioses", creado la lucha de poderes. Cuando el mal aparezca en esta Tierra, Atena nacerá. Antes que la pelea empiece, el Patriarca da la orden a todos los Caballeros del mundo para que regresen al Santuario.
Las Guerras Sagradas ocurren de cada 230 a 250 años. La última Guerra Sagrada fue hace 229 años. Esa vez, 79 Caballeros estuvieron ahí para pelear. Fue el mayor número de Caballeros que participaron en una guerra. Sólo algunos sobrevivieron, fue una guerra cruel. Uno de ellos fue el maestro de Shiryu, que ahora vive en los Cinco Picos de Rozan, el Caballero Dorado de Libra (Dohko), y otra persona, es ahora el nuevo Patriarca.
-"Ah, Shura, finalmente has vuelto". El Patriarca le dice dándole la bienvenida. Sentado en el trono, la cara y cuerpo del viejo Patriarca han sido escondidos por una máscara y su túnica.
-"Saludos". Shura se inca, diciendo esto respetuosamente.
-"Esta noche, toma un buen descanso".
-"¡Si! Gracias por su preocupación".
-"Shura, ¿probablemente te has vuelto muy fuerte?". Dice Arles, parado atrás del trono, quien es el hermano del Patriarca.
-"Arles eso es por ti... ". Arles está para ayudar al viejo y enfermo Patriarca. Él toma parte de las tareas del Patriarca. Arles es un Caballero de Plata. No puede ser el siguiente Patriarca, pero su personalidad leal tiene la confianza de todos los Caballeros. Tiene respeto y apoyo. "Ahora, el Caballero Dorado para la Casa de Capricornio ha regresado también".
-"Arles, mañana dale la misión a Shura" dice el Patriarca mientras lentamente se levanta.
-"¡Si! Shura, ya te puedes retirar. Descansa un poco". Arles sigue al Patriarca.
-"Gracias por su preocupación". Mientras Shura esta por irse, a su espalda Shura siente un Cosmo muy poderoso y retador. Todo su cuerpo se pone nervioso y tenso. (¿Qué..., ese Cosmo?). El Patriarca dice "¿¡Saga!?".
-"¡¡Ah!!" Shura gira su cabeza y ve. El Caballero Dorado Saga de Géminis lentamente camina hacia el frente con un gesto frío.
-"Saludos... el Caballero Dorado Saga de Géminis viene aquí respetuosamente para saludar al Patriarca". Saga hace la etiqueta apropiada. Shura piensa profundamente. Decide determinar si ese extraño Cosmo vino de Saga. Pero Shura sólo siente un Cosmo benevolente y poderoso que cualquier Caballero Dorado debe tener. (Que extraño... ¡¿de quién sería ese Cosmo?!. Tal vez un intruso ha entrado al Santuario...).
-"¿Y tu eres?". Shura contesta, "el Caballero Dorado Shura de Capricornio".
-"Oh eres tu...".
-"Hace un momento sentí un Cosmo muy grande y retador, ¿y tu?".
-"Ah, yo no...".
-"¿En serio?". Los dos Caballeros se miran mutuamente, ojo con ojo y crean algunas chispas. (¿Qué...? En los ojos de Saga, hay una luz extraña). Los dos se quedan mirando mutuamente. El Patriarca finalmente interrumpe esto, "Saga, ¿cómo está la situación de Poseidón?".
-"No ha habido mucha actividad aún".
-"Saga, observar a Poseidón es muy importante. No debes ser descuidado. La última Guerra Sagrada fue hace 229 años, el día en que Atena llegue está cerca".
-"¡Si!".
-"Saga, esta noche quédate en el Santuario y descansa".
-"Gracias". Shura aún mira a Saga, quien hace la etiqueta correcta, pensando... (Saga, un hombre con el que hay que tener cuidado...).
Capítulo III - Asesino.
Es tarde en el Santuario. El cielo se llena de estrellas brillantes, resplandecientes, bellas como un ángel. Sujetando una copa de cristal que refleja la luz de las estrellas, sentado en una silla en el pórtico, Shura la pregunta a Aioros, "Aioros, el Caballero Saga, ¿qué clase de hombre es?".
"¿Saga?... Bueno, él es una persona que no habla mucho de él mismo... Nadie... tal vez incluso ni el Patriarca sabe cómo es Saga en realidad. Es por eso que es muy difícil ver qué piensa Saga. Pero yo si lo veo; Saga está escondiendo algo...".
"Hmm...". en la mente de Shura, ve los misteriosos ojos de Saga. Mientras piensa sobre esto, otra vez, siente un Cosmo retador de alguna parte.
-"¡¿Aioros?!".
-"¡Hmm!", Aioros lo sintió también.
-"¡Es ese, Aioros!. ¡El Cosmo que sentí es ese!"
-"¡Shura, vamos!". La cara de Aioros cambió, y él saltó.
-"¿Ah?". Shura no sabe qué es lo que está pasando. Aioros corre tan rápido como puede. "Shura, ¡¡el Patriarca está en peligro!!".
-"¡¿Qué?!".
Aioros corre en dirección del Templo del Patriarca (Demonios, aún no tan rápido como Aioros...). Usando la velocidad super humana de los Caballeros Dorados, ambos pasan en un instante las escaleras. Sin siquiera tomar un respiro, llegan al Templo del Patriarca y ven a Arles usando su propio cuerpo como escudo para proteger al Patriarca, deteniendo los golpes del asesino. Arles es un Caballero de Plata. No es débil, pero todo su cuerpo está herido; lo que es sorprendente es que el asesino no tiene heridas. ¿Podría ser que el asesino es más poderoso que un Caballero de Plata?. El asesino usa una máscara, escondiendo su identidad.
-"¡Arles!".
-"¡Oh, Aioros!". Shura le grita al asesino,"¿¡Quién eres tu!?. ¡Tu, idiota estúpido que se atreve a venir al Templo del Patriarca y atacarlo, di tu nombre!". ".........". El asesino no dice nada. En ese momento, Arles dijo algo,"¡¿Tu, tu... eres...?!" Shura le pregunta a Aioros, "¿Has visto su armadura antes?". "No, esta es la primera vez que veo algo como eso". La armadura del asesino es totalmente diferente de las Armaduras de los Caballeros. (Parecen escamas de pescado...), Shura piensa.
El asesino sigue sin responder pero el Patriarca responde por él. "Esas son la Escamas de las Marinas de Poseidón".
-"¿¡Marinas!?, ¡¿Escamas?!". es la primera vez que Shura oye sobre las Marinas.
-"Esas Escamas fueron creadas por el legendario Oribarkon".
-"Eso significa que, ¡¿fuiste enviado por Poseidón?!".
El asesino aún no le responde a Shura. De pronto, el asesino lanza su puño a la velocidad de la luz, directamente a Arles. A pesar de esto, Arles no se mueve. "¡¡¡Ah!!!", Arles sujeta su estómago. Él está a punto de caer. El asesino brinca al lugar del Patriarca.
"Oh no...". mientras Aioros gritaba, el asesino ya estaba a distancia de ataque contra el Patriarca. A pesar que el Patriarca está viejo y enfermo, aún es un Caballero Dorado; él no perderá tan fácil. El Patriarca fácilmente evade el ataque.
"¡Patriarca!". Aioros grita mientras él y Shura corren y se paran entre el Patriarca y el asesino. No importa cuan confiado es el asesino, no puede ser descuidado enfrentado a dos Caballeros Dorados. El asesino repentinamente salta y cae atrás del Patriarca. "¡Ah, No...!".
Incluso el Patriarca siente que permitirle brincar a su espalda es un error. Aioros y Shura no pueden lanzar sus ataques sin golpear al Patriarca. No pueden ver un espacio donde puedan atacar, pero aún así ambos se colocan en posición de ataque. Tienen que esperar para ver si el asesino se desplaza y entonces atacar. Los dos están muy nerviosos y sudando. El asesino tiene toda la ventaja. Pareciera que el asesino está jugando al gato y al ratón con ellos.

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